"Las personas que tenemos FQ, somos personas normales. Normales en el sentido que, como seres humanos, tenemos deseos, sueños, derechos y obligaciones"
Es cierto, tener FQ, generalmente representa un reto enorme y, este reto, es día con día, sin descanso.
Yo me veo como un ser humano normal.
Soy como tú.
Cubro necesidades extras a las
tuyas, pero también tengo sueños como tú.
Dedico tiempo para mejorar o no
permitir la caída de mi salud, pero al igual que tú, me gusta salir a
divertirme con mis amigos.
Mi físico es un poco diferente al
tuyo (soy flaco, mis dedos son alargados y bombachitos), pero al igual que tú,
me gusta arreglarme bien y lucir lo mejor posible.
Me agoto más rápido, pero al igual
que tú, me gusta jugar fútbol.
A veces las chicas se intimidan
conmigo, pues ven a la FQ, como algo muy fuerte para poder soportarlo, pero al
igual que tú, algún día me gustaría casarme.
Es difícil que tolere un horario
de oficina (un trabajo convencional), pero al igual que tú, me gusta sentirme
útil.
Ojo: son comparativos generales, y no puntos necesariamente deseables para todos los que tenemos FQ.
Diego E. Salinas
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