La Fibrosis Quística, me fue otorgando oportunidades grandes para conocer algunas ciudades, su gente y sus tradiciones. Hablar en un escenario, sería una constante durante cierta época de mi vida (y no sé hasta cuándo durará).
A veces me imagino como un trotamundos, quizá muy novato, pero lo he imaginado. Quizá hasta el momento, en el que yo decida formar una familia, asentarme, será el momento en que dejara de imaginarme ser un trotamundos.
El placer de conocer lugares mágicos, con sus respectivas cualidades, me han otorgado una riqueza espiritual, que pocas cosas más, logran conseguirlo.
Por razones de la Fibrosis Quística, he conocido ciudades y lugares como estos:
Puebla, México
León, México
Culiacán, México
Guadalajara, México
Celaya, México
Cancún, México
Buenos Aires, Argentina
Córdoba, Argentina
Mendoza, Argentina.
Algo bueno, sí, todo lo malo tiene cosas buenas y todo lo bueno tiene sus cosas malas, así que, que más, encontrar lo bueno, dejarnos seducir por ese lado, seguir viviendo y ser uno mismo cada vez más.
Diego E. Salinas
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