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jueves, 11 de febrero de 2016

Para los Adolescentes con Fibrosis Quística. Primera Parte


“Todo adolescente sufre una enorme transformación. Es comenzar a dejar de ser un niño, para comenzar a ser un adulto. Son años atrapado entre un adulto y un niño. Un descontrol en muchos ámbitos de la vida”

Todo adolescente está sometido a in sinfín de cambios. Cuando la persona tiene Fibrosis Quística, esta etapa, suele ser muy complicada. Se le suma todo, y al final, un proceso de asimilación o rechazo por la enfermedad.

A veces, suele ser muy marcada la diferencia en el aspecto físico, entre un adolescente con FQ y otro sin FQ de las mismas edades. No sé, pero he visto casos (y me incluyo), en el que, el cuerpo tarda más en desarrollarse para alguien que tiene FQ, respecto al que no tiene. El desarrollo de músculo, el crecimiento (altura), el peso, etc. Van siendo características que van marcando una diferencia (la mayoría de los casos que conozco).

Es por eso que, es muy importante para el adolescente con Fibrosis Quística, aprender a asimilar las posibles “diferencias” que puedan existir entre él y, una persona que no tiene Fibrosis Quística. A veces la propia comparación de alguien con FQ, con alguien que no tiene, puede ir acabando de a poco, la autoestima en él mismo.

Es importante que, conozcas bien a tu hijo, que sepas reconocer su estado emocional, para saber si algo no anda del todo bien.

A todos los adolescentes que tiene Fibrosis Quística, les puedo decir que, no hay porque compararnos con nadie más. Solamente será importante, hacer nuestras cosas para estar bien, lo demás, es asunto superficial.

Cada uno de nosotros, con Fibrosis Quística o sin ella, tenemos nuestras cualidades que, nos hacen diferentes. No todo es el físico, hay cualidades muy importantes, como los talentos que podemos y seguramente poseemos todos.

Diego E. Salinas

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