Actualmente, quienes nacen con
Fibrosis Quística, tienen posibilidades enormes de lograr una mejor calidad de
vida, comparado a quienes nacimos hace más de 15, 20, 30 o más año atrás. Igualmente, no es un
camino fácil, pero haciendo las cosas bien, se pueden tener expectativas
grandes. Es un trabajo que requiere de la mejor inversión día por día:
disciplina, amor, constancia, valentía, etc.
El futuro luce cada vez mejor para
los que tenemos FQ, pero no debemos confiarnos nunca, sino todo lo contrario,
seguir con firmeza el camino adecuado.
Para la Fibrosis Quística, aún no existe una cura, existen tratamientos que ayudan a la calidad y cantidad de vida, pero no hay cura aún.
El futuro pinta bastante bien para los que tenemos FQ, y ni se diga para las nuevas generaciones que tienen FQ, pero también se deben hacer muchas cosas, porque existe una desigualdad impresionante, según el país en el que vivimos y nacemos.
Es, lamentablemente, una enfermedad olvidada, que vive de la indiferencia en la mayoría de los gobiernos. Es así, como nosotros tenemos la misión nada sencilla, de hacer conscientes a la población y a los gobiernos, para mejorar las condiciones requeridas en cada país.
Ubicarnos en el presente, representa eso, hacer una lucha unida y constante entre todos. Porque en el futuro, cuando surjan más y mejores medicamentos, debemos tener un campo mucho más abierto para tener acceso a ellos.
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Diego E. Salinas
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