"Es claro y oportuno siempre encontrar la prevención, esto siempre brinda los mejores resultados, pues se crea el hábito de atacar de raíz y desde el comienzo cualquier cambio en el afectado"
Regularmente, la diabetes en pacientes afectados por la
Fibrosis Quística aparece entre los 18 y 21 años, con leve predominio en el
sexo femenino, y con mayor presencia en la mutación Delta 508 y con
insuficiencia pancreática, y se debe a un déficit de insulina.
Siempre es importante tomar en cuenta la opinión constante
del especialista en FQ, pues en ocasiones se pretende tratar la diabetes en FQ,
como una diabetes convencional, cuando tiene una forma distinta de ser en
varios aspectos.
Es importante tener un control en determinados periodos de
tiempo, con exámenes de glucosa cada determinado número de meses, aun cuando ni
siquiera se sospecha de diabetes en el afectado, pues de esta manera, se
previene constantemente, y en caso de aparecer lo que podrían ser indicios de
diabetes, comenzar de manera temprana el control que se requiera.
Desde nuestra
perspectiva, vivir con diabetes y Fibrosis Quística, no es más que un claro, concisa
actitud multidisciplinaria, para desarrollar una vida totalmente normal en el
afectado.
Los estudios que nos permiten diagnosticarla son:
Los niveles de azúcar en sangre, se aconseja hacerla 2 veces
por año, se sospeche o no de la enfermedad. Prueba de tolerancia oral a la
glucosa.
A través de los años tenemos y conocemos de testimonios de
vida, que con FQ después generaron diabetes, y tomaron el control de ambas,
para finalmente tomar el control de sus vidas y vivir plenamente.
No se debe olvidar, que antes que nada está siempre la
valoración del especialista.
Testimonio de Vida Por Lulita Aurieme
Mi nombre es Lourdes Aurieme, soy de Mendoza Argentina. ¡Tengo
23 años y a los 3 meses de vida me diagnosticaron Fibrosis Quística!
Prácticamente toda mi vida la he vivido con mi amiga FQ, nunca tuve ningún
problema de aceptación ni de miedos ni rechazos. Mis padres me educaron con
mucha conciencia enseñándome a cuidarme y respetar mi cuerpo; a que las enzimas
JAMÁS deberían faltar en ninguna de mis comidas, que las nebulizaciones había
que hacerlas, las kinesio terapia por más que me aburriera o cansara debería
hacerla, que los tratamientos hospitalarios eran necesarios Y que el médico
siempre me iba a dar todas estas indicaciones por mi propio bienestar. ¡Todo
eso para estar bien de salud, todo eso para no decaer y poder llevar una vida
totalmente normal con mis amigos, primos, familiares, vecinos, compañeras de la
escuela etc.! El tiempo pasó y mi vida fue siempre así, enzimas, nebulizaciones
tratamientos endovenosos, antibióticos por boca, kinesio terapia...esto era
absolutamente normal en mi vida, por más que mis amigas no las hicieran, mis
padres me hacían creer que yo era especial al poder hacer esto, creo que fue
una excelente opción, ya que jamás me sentí diferente a nadie. En el año 1998, más
preciso en el mes de octubre, cuando yo tenía 9 años me diagnosticaron
DIABETES, eso sí que fue un terremoto en mi vida, eso verdaderamente
descompaginó muchas cosas, yo pensaba “Si me llevo bien con FQ, no quiero más
nada, ¿Para que tener diabetes?” ¡Wow! fue un shock además porque fui una de
las primeras pacientes de mi médico con diabetes, entonces hubo mucho debate
por el tema de la dieta, recuerdo que entre los años 1998 y 2005 pasé momentos
muy duros, mucha desnutrición, muchas recaídas, mucho deterioro. Sinceramente
me costó muchísimo asumir que tenía diabetes, Ojo al piojo, quiero aclarar
algo, desde 1998 empecé con tratamiento psicológico, (actualmente sigo, porque
me hace muy bien) siempre estuve guiada por mis padres y profesionales.
Solo que bueno, diabetes para mí fue lo peor…En el año 2004,
tuve que cambiar de especialista diabetóloga, ya que la anterior no sé porque
motivos se tuvo que retirar, cuando conocí a mi nueva diabetóloga, la Dra. Rosa
Ibarra, me cambió la vida, ella se puso la camiseta y me hizo entrar en razón,
me explicó todos mis ¿POR QUÉ? Me explicó porque tenía diabetes, porque eran
necesarios hacerme mis controles de glucemia, porque era tan necesario
aplicarme las dosis de insulina, porque era necesario hacerme la hemoglobina
glicosilada (análisis de sangre) me explico la relación de mis niveles de
glucemia con mis infecciones respiratorias, me indico como y de que manera
colocarme las insulinas, me enseño como corregir mis niveles altos... ¡wow! me
dio una cátedra, hablo y se me llenan los ojos de lágrimas de emoción porque La
Dra. Ibarra, con todo su gran amor y PACIENCIA me explicó el porqué de todas
mis dudas, ahí hice el clic, cuando tenía 14 años recién, a partir de ese año
empecé a repuntar nuevamente, empecé a recuperar mi peso, empezaron a minimizar
mis infecciones
respiratorias, mis internaciones fueron cada vez menos. ¡Hoy
con 23 años, sigo teniendo como médica diabetóloga a la Dra. Rosa Ibarra, la
cual, es más que mi médica, mi amiga, es una persona excepcional, puedo contar
con ella a la hora que sea cuando sea, que sé que va a estar ahí, le tengo un
cariño inmenso, y ella a mí!!! ¡Ella pertenece al centro de FQ de fibrosis
quística de Mendoza, todos los pacientes con FQ que tienen diabetes somos
atendidos por ella, ya que es una verdadera profesional que ama lo que hace y
se le nota en cada paso! ¡Esta es mi historia con diabetes, me costó mucho
aceptarla, quererla, y tratarla, hasta que Rosita mi médica me enseñó todo lo
que necesitaba saber para poder llevar bien mi FQ y diabetes! ¡Hoy sé que mi
diabetes es ligada a mi FQ, porque más que siempre lo haya sabido, hoy LO
ACEPTO, y como siempre sigo respetando y cuidando mi cuerpo, porque es lo único
que tengo y el que me acompaña a todas partes!!
¡Siempre agradecida a mis médicos, hoy mis grandes agradecimientos la
Dra. Rosa Ibarra, la mejor de todas las diabetólogas de la tierra, es mi
médica!!!! ¡FELIZ DE HABERLA ENCONTRADO!!
Lulita Aurieme
Testimonio: Lulita Aurieme.
Contenido: Diego E. Salinas.